por Evelyne Josse, psicóloga clínica, 2008
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1) Los índicios relacionados con la salud/ signos físicos
Indicios altamente sospechosos
– Detección de lesiones: heridas (contusiones, quemaduras, hematomas, arañazos, mordidas, laceraciones, alopecia), fracturas, luxaciones, lesiones internas (viscerales y torácicas), sordera (tortura blanca).
– Lesiones de diversa antigüedad.
– Las lesiones no se corresponden con la explicación que se da.
– La mujer se niega a revelar la causa de las lesiones/ de la enfermedad de transmisión sexual.
– La mujer no ha mencionado lesiones traumáticas (descubrimiento fortuito).
– La mujer da explicaciones vagas, confusas y cambiantes de la causa de sus síntomas.
– La mujer acude a consulta en repetidas ocasiones por los mismos motivos.
– La mujer simula haberse ocasionado las lesiones accidentalmente o de forma intencionada (automutilación).
– La mujer tarda en acudir a consulta a pesar de la gravedad de las lesiones o es hospitalizada de modo precipitado (complicación infecciosa, quirúrgica y hemorrágica en lesiones que podían haberse curado antes).
– Enfermedades de transmisión sexual en menores.
Indicios no específicos
– Trastornos, molestias o lesiones genito- urinarias recurrentes: dolores pélvicos, disuria, infecciones, dispareunia, trastornos del deseo sexual, etc.
– Petición de la prueba de VIH (poco frecuente en la mujer casada).
– Trastornos somáticos crónicos sin origen físico: cefaleas, dolores crónicos (anales, abdominales, dorsales), dificultades respiratorias, fiebre, cansancio, etc.
– Acude a consulta en repetidas ocasiones con distintos intervinientes por traumatismos físicos o trastornos ginecológicos.
– Embarazo mal aceptado, negado, declarado de forma tardía, padre ausente o cuya identidad se guarda en secreto, petición de interrupción voluntaria del embarazo (sobre todo cuando se trata de un miembro de la familia), complicaciones subsiguientes a una interrupción voluntaria del embarazo (hemorragia, infecciones), hemorragia antes del parto, ruptura uterina, desprendimiento de placenta, aborto natural.
– A largo plazo: hipertensión, diabetes, enfermedades gastrointestinales, asma.
– Humor y comportamiento: estado de shock, desorientación, confusión, lentitud de movimientos, trastornos de ansiedad (fobia, ataques de pánico, evitación, etc.) y depresivos ( tristeza, automutilaciones, tendencias suicidas), sobresalto, trastornos del sueño, pérdida de apetito, trastornos de la memoria y de la concentración, mutismo, abuso de sustancias psicotrópicas, obsesión por la higiene, aislamiento, etc.
– Conversación: palabras desvalorizantes o condenatorias (baja autoestima) o/ y aislamiento, ideas de expiación, rituales conjuratorios, deseo de abandonarlo todo.
– Actitud con respecto al personal sanitario: incomodidad, vergüenza, apuro, preocupación, movimiento de protección.
– Excesivo protagonismo del cónyuge, demasiado atento, respondiendo en lugar de su mujer.